Ayer viernes día 16 de julio, asistimos a otro excelente recital de arte Flamenco, con el cante de Rocío Luna y el toque de Luis Calderito, a los que presentó de forma escueta y precisa, para no aburrir al público, nuestro socio D. Rafael Encinas Cabrera; que aportó datos muy interesantes e importantes de ambos artistas.
Analizando
la actuación de Rocío, no acabo de entender, como de un cuerpo tan delicado,
tan fino, que da la sensación de que en alguno de los esfuerzos por llegar a la
nota más alta se va a romper, puede salir un torrente de voz con tanta fuerza,
tan bien afinada y con tanto pellizco y flamencura; como lo hace ésta grandiosa
cantaora, que tiene una proyección artística increíble y que está destinada a
ser en la actualidad, una de las más grandes del Flamenco.
Rocío
es flamenca por los cuatro costados, sólo hay que ver las fotos y comprobar
como iba vestida, con su traje blanco de flamenca y su mantón, que parecía un
ángel y rebosaba elegancia, llenando el escenario con su sola presencia.
Comenzó
el recital Luis Calderito, con un extraordinario solo de guitarra por
Granaínas, en el que puso todo su corazón y buen hacer, igual que en todo el
recital acompañado a Rocío, obsequiándonos con un verdadero festival de
guitarra, pero sin quitarle ni una pizca de protagonismo a la cantaora y llevándola
en volandas en todo momento; demostrando que Luis, si hubiese un jurado que
dictaminara cual es el mejor guitarrista de acompañamiento del momento, posiblemente
resultaría ganador, ya que se encuentra entre los dos o tres mejores
guitarristas de flamenco del momento.
A
continuación subió Rocío al escenario y comenzó con Malagueña y cantes Abandoláos.
Luego nos cantó como lo hacen las grandes, Soleá por Bulerías. Después hizo una
preciosa y variada tanda de Tangos, entre los que incluyó los del Guruguru y una letra dedicada al genial Camarón de la Isla.
Luego cantó “pa rabiar” Granaína y Media. Y siguió metiéndose en lo “jondo”,
cantando por Seguiriyas, para romperse la camisa, como lo habría hecho la misma
Niña de los Peines. Después nos hizo la Zambra del famoso Romance de Juan Osuna,
rematada por Bulerías, emulando al mismísimo Manolo Caracol, que si la ha escuchado
desde el Cielo, se habrá sentido celoso de su arte.
Y
cerró el recital por Fandangos Naturales, arrancando vítores y aplausos del
público, que al finalizar la actuación de éstos dos colosos artistas del
Flamenco, los despedimos con una larga y cariñosa ovación, todos puestos en
pie.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.
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