El
viernes día 31 de mayo pasado, como estaba previsto, al finalizar la Asamblea
General de Socios y socias para elección de Presidente/a, en el que resultó
elegido Félix Gutiérrez; tuvo lugar el Recital de Arte Flamenco organizado por
la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Córdoba, a cargo de los jóvenes
artistas Salvador Anaya al cante, y Alfonso Linares al toque.
En esta ocasión, me tocó a mí
presentar a estos geniales artistas, que nos deleitaron con un buen recital, en
el que pusieron todo su empeño, simpatía y buen hacer para agradar a la afición
que nos dimos cita en nuestra Catedral del Flamenco.
Salvador pisó el escenario con aplomo
y maestría a pesar de su juventud y ejecutó sus cantes con mucho paladar, buena
técnica y vocalización, modulando muy bien y poniendo el corazón en todo
momento, dando lo mejor de sí mismo, poniendo detalles en su actuación de
cantaor “viejo” y a la vez innovador, consiguiendo dejar muy buena impresión entre
los aficionados y aficionadas que tuvimos la suerte de escucharle.
Comenzó
cantando Malegueña de Chacón, que remató con Fandangos de Lucena, acordándose
de Enrique Morente y Frasquito Yerbabuena. Luego hizo Tientos y Tangos y
después hizo Peteneras muy bien ejecutadas que calaron en el público. Y
finalizó la primera parte del recital por Alegrías de Cádiz. La segunda parte
la abrió Alfonso Linares, con un sólo de guitarra por Granaínas, con un toque
limpio y lleno de sensibilidad.
Salvador
comenzó la segunda parte cantando entre el público Martinete y Seguiriya de los
Puertos, con un sabor rancio y mucha flamencura. Después hizo con mucho gusto y
solera Soleá de Alcalá y Triana, recordándome en algunos momentos al genial
cantaor “El Pele”. Luego hizo una preciosa Guajira, acordándose del maestro
Juanito Valderrama. A continuación se despidió por Bulerías de Jerez y Cuplé
por Bulerías, acordándose del gran Miguel Poveda. Y a petición del público,
para finalizar su actuación, hizo unos entrañables Fandangos Naturales y de
Huelva.
En
cuanto al guitarrista Alfonso Linares, estuvo siempre a la altura de lo que
exigía el cantaor, dándole la cobertura musical precisa y como se puede
observar en las todos, estuvo siempre pendiente del mismo, llevándole en
volandas con su toque delicado y sensible, sin hacer abusos de guitarrazos
innecesarios y sin alardes de lucimiento personal, a pesar de ser un gran
concertista; lo que demuestra que es un estupendo tocaor de acompañamiento y
otra de las promesas de la guitarra cordobesa.
Como
es natural, al finalizar su actuación, despedimos a éstos jóvenes artistas con
un caluroso y cariñoso aplauso, con el público puesto en pie.
Comentarios y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña, con la
colaboración especial de nuestro socio D. Bartolomé Dorado.
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