Ayer
viernes día 12 de abril, el excelente cantaor de Bollullos Par del Condado
Guillermo Cano, hizo la presentación de su último trabajo discográfico en
nuestra Catedral del Flamenco, acompañado a la guitarra por el genial Juan
Marín (o Juani Marín).
Hizo
la presentación de éstos dos extraordinarios artistas nuestro socio D. Antonio
Ángel Ballesteros, que debutaba en éstas lides y lo hizo muy bien, aportando
datos muy interesantes tanto del disco como de ambos artistas, sin extenderse
más allá de lo necesario y ciñéndose a lo que debe ser una buena presentación.
Guillermo
Cano se volcó con el público asistente desde que pisó el escenario, puso todo
el corazón y el alma en su actuación, hizo nada más nada menos que once cantes,
con gran cantidad de letras. Y con su cautivadora y arrolladora personalidad,
nos demostró que está en un momento cumbre de su carrera, con un poderío en su
garganta asombroso y una voz limpia y nítida, que le permiten hacer cualquier
cante que se proponga con extrema facilidad.
También
demostró que no pierde el tiempo y que es un cantaor estudioso de las figuras
más grandes del Flamenco y también de compañeros de profesión, porque él
entiende que es un mundo en que se produce un círculo en el que todos tienen
cabida.
Además
es un cantaor versátil e innovador, pero sin olvidar las verdaderas raíces de
nuestro ancestral arte y sin salirse de la ortodoxia.
Igualmente
le gusta la cercanía con el público y por eso se bajó del escenario para
mezclarse con el público, haciendo sentir el arte en su más pura esencia,
cantando a “capela” al oído de varios aficionados, poniendo la Peña “boca abajo”
y enardeciendo a todo el mundo y acordándose y dedicando sus cantes a muchos de
sus compañeros de profesión, lo que demuestra la excelente calidad humana de
éste cantaor.
Guillermo
comenzó cantando por cantes de ida y vuelta y Milonga, acordándose del maestro
Pepe Marchena. Luego se templó cantando por Soleá, haciendo un recorrido por
Lebrija, Utrera y Alcalá, con letras del “Cele y El Chozas”, que dedicó al gran
Juan Peña “El Lebrijano”. Después cantó por Alegrías de Cádiz y Cantiñas del
Pinini, con remate de las Alegrías del maestro Fosforito. Y cerró la primera
parte con una Zambra y Petenera con un gusto exquisito.
La
segunda parte comenzó con un extraordinario solo de guitarra de Juan Marín, que
hizo un recorrido por varios palos de Levante
y remató con Rumbas.
Guillermo
le hizo la réplica, cantando entre el público “a capela”, el Pregón de los
Caramelos” y subiéndose al escenario lo remató con Fandangos de Macandé, que
también los hacía Chano Lobato y los canta David Palomar. Después hizo la
Farruca de Fosforito, que también cantan a menudo a su estilo Sonia Miranda y “El
Colora”. Luego cantó por Guajiras, acordándose del inigualable Juanito
Valderrama y Luis de Córdoba, con remate de Pepe el de La Matrona. A Continuación
se metió en lo “Jondo” cantando para quitarse el sombrero unas Seguiriyas de
Jerez, que dedicó a nuestro titular Agustín Fernández, con remate de Cabales. Después
cambió de tercio y cantó los Tangos de la Aceitunera, que tan famosos hizo el
genial cantaor Antonio de Patrocinio y otros estilos de Tangos, acordándose
también de Chiquetete. Y para finalizar el recital, se bajó del escenario y
mezclado con el público, cantó una extensa tanda de Fandangos de Huelva de
varios estilos, entremezclando Canto a Córdoba del maestro Pepe Marchena y
finalizó como no podía ser de otra manera siendo onubense, acordándose del gran
Paco Toronjo por Fandangos Valientes de Alosno.
Y
a tal señor tal honor, porque Juan Marín, además de acompañar de forma
exquisita a Guillermo, nos obsequió con un verdadero concierto de guitarra,
pero poniendo mucho cuidado en no quitarle protagonismo al cantaor, demostrando
que es un guitarrista con una proyección enorme y una de las promesas de la
guitarra cordobesa de acompañamiento y de concierto.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña, con la colaboración
especial del socio D. Bartolomé Dorado.
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