El
pasado sábado día 30 de marzo, tuvo lugar la ansiada y esperada presentación
del libro conmemorativo del 25º aniversario de los viernes flamencos de
Pozoblanco. Dicho acto estuvo amenizado por el cantaor local y socio de nuestra
Peña Bartolomé López (El Arenales), magistralmente
acompañado a la guitarra por el maestro Rafael
Trenas.
Ejerció
de maestro de ceremonias nuestro tesorero D. Juan Bermudo, que cedió la palabra
en primer lugar al Sr. presidente de nuestra Peña flamenca D. Félix Gutiérrez,
quien agradeció la asistencia a todas las personas asistentes al acto, así como
a todas las personas, instituciones y entidades que han colaborado para que se
haya hecho posible la edición de un magnífico libro. A continuación cedió la
palabra al Sr. vocal D. José García Ledesma, que hizo una magnífica exposición
concisa y concreta, pero con todo lujo de detalles, de cómo se ha llevado cabo
la edición de éste libro, así como de los motivos que nos ha movido a la Junta
Directiva para tomar la decisión de recoger la historia de ésta Peña flamenca
en un libro que, independientemente de que el tema principal sean los viernes
flamencos de Pozoblanco; resumen toda las historia de ésta Institución desde el
mismo día de su fundación.
Y
finalizó el acto el Sr. Alcalde-Presidente de la Corporación Municipal de
nuestra ciudad D. Santiago Cabello, que tuvo bonitas palabras de elogio hacia
nuestro arte Flamenco, para nuestra Peña y Escuela de cante y guitarra, a
nuestro Presidente y Junta Directiva, para la que así mismo, dirigió palabras
de ánimo y mostró su apoyo y el del Ayuntamiento. También tuvo palabras de
ánimo y apoyo a nuestro cantaor local Bartolomé López y para todas las personas
que han trabajado para mantener vivo el arte Flamenco en nuestra ciudad y en
toda la comarca.
Tras
la degustación de un aperitivo ofrecido por la Peña a las personas asistentes,
me tocó a mí presentar a los dos geniales artistas que amenizaron el acto, que
nos ofrecieron un recital apoteósico.
Quienes
conocemos a Bartolomé (El Arenales) y sabemos cómo canta, estábamos deseosos e
impacientes por escucharlo en su reaparición en el mundo del Flamenco, tras 19
años sin oírlo cantar. Porque Bartolomé es un verdadero genio del arte Flamenco,
que tiene un duende y un don tan especial que solamente lo tienen algunos
privilegiados, sin ir más lejos nuestro titular Agustín Fernández, Fosforito o
como lo tenía Camarón.
Y
es que posee unas cualidades para ejecutar el cante fuera de lo común, con una
transmisión, un pellizco, una jondura y una flamencura que apasiona y hace
resurgir los sentimientos más profundos de quien le esté escuchando. Así lo
demostró haciendo brotar las lágrimas en los ojos de la mayoría de quienes
tuvimos la suerte presenciar su actuación. Porque Bartolomé cantó rebosante de
emoción y de cariño hacia sus amigos y a su afición después de tanto tiempo sin
hacerlo y lo dio todo, haciendo 13 cantes sin descanso, lo cual marca un hito histórico
en ésta Peña, porque al menos desde que yo soy socio y la frecuento, ningún
cantaor ha hecho tantos cantes seguidos y sin parar.
Además
nos demostró que a pesar de sus 70 años, continua teniendo esa magnífica caja
de música que es su garganta, con un enorme poderío, que le permite hacer unos
bajos increíbles con una tonalidad y un pellizco estremecedor y al mismo tiempo
subir a la nota más alta, sin que se le quiebre la voz o se le roce la
garganta, como si fuera un chaval de 20 años.
También
nos deleitó en algunos cantes con letras tan antiguas bonitas y sentimentales
que ya no las canta prácticamente nadie y están quedando en el olvido.
Comenzó
cantando por Tangos con un corte precioso. Después se templó por Soleá de
Triana como los grandes. Siguió con Malagueñas y después hizo unas preciosas
Bulerías, acordándose de Canalejas de Puerto Real que dedicó a Rocío Carrillo.
Luego cambió el tercio y cantó por Peteneras con un profundo sentimiento. Luego
hizo Bamberas con letras que ya no se escuchan y después cantó por Tientos con
una interminable tanda de letras. Y a continuación, se dejó el corazón y el
alma por Seguiriyas con una “jondura” y un paladar como para romperse la
camisa. Luego cantó Granaína y Media con letras que hacía estremecer al público.
Después cantó una Milonga que sacudió los corazones de la afición. A
continuación cantó una Saeta a la Virgen por Seguiriyas, que nos desgarró el Alma. Y finalizó su
actuación con un pasodoble al estilo de Manolo Escobar que levantó al público
de sus asientos. Después a petición del público, cantó una letra muy antigua por
Fandangos que nos desgarró el Alma.
Por
su parte, Rafael Trenas estuvo cumbre llevando en volandas a su pupilo, con el
que está entusiasmado y no da crédito de como un artista con su edad puede
hacer lo que hace Bartolomé. Por eso se volcó poniendo todo el corazón y el
alma, tocando para comérselo; porque Rafael, además de ser como el buen vino
que mejora en cada actuación, estaba tan motivado y tan a gusto acompañando a
ese pedazo de cantaor, que lo dio todo y nos obsequió con un grandioso
concierto de guitarra, pero teniendo sumo cuidado en no quitarle ni un ápice de
protagonismo al cantaor.
Cuando terminó el recital, el Sr. Concejal de Turismo, le entregó en nombre del Ayuntamiento de Pozoblanco, el emblema de embajador de nuestra ciudad a la hija de Bartolomé, para que fuera ella quien se lo entregase a su padre, propiciándose unos momentos muy emotivos para todo el público asistente y especialmente para Bartolomé que se emocionó profundamente.
Fue
tan grade y extraordinaria la actuación de éstos dos colosos, que al finalizar
la actuación, les dimos un larguísimo y cariñoso aplauso con el público en pie,
colmándolos de abrazos y felicitaciones.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.
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