sábado, 23 de marzo de 2019

RECITAL DE JULIÁN ESTRADA Y JESÚS ZARRÍAS


Ayer noche tuvimos la suerte de disfrutar de uno de los mejores recitales del ciclo (si no el mejor), a cargo de cuatro colosos del arte flamenco de nuestra provincia, pontaneses por más señas, con nombre artístico Julián Estrada, Jesús Zarrías, Álvaro y Fernando Granero; los cuales pusieron nuestra Catedral del Flamenco “boca abajo”, impregnándola de puro arte y compás, que derrocharon por los cuatro costados.
Hizo la presentación de éstos cuatro magníficos artistas nuestro socio y directivo D. Antonio Carlos Ruiz, que no se anduvo por las ramas y explicó sus biografías con sumo detalle, sin extenderse más de lo necesario y ofreciendo datos muy concretos e interesantes.
Julián Estrada está en un momento cumbre de su carrera y los demostró haciendo gala de un poderío extraordinario, con unas cualidades físicas excelentes, pisando firme el escenario, con desenvoltura, desparpajo magisterio, sabiduría, elegancia y flamencura.
Comenzó Julián como los grandes, con unos Cantes de Trilla ejecutados con tanto pellizco y perfección, que hasta se me olvidó hacerle fotos, porque me quedé absorto escuchándole. Luego siguió con cantes de nuestra tierra haciendo Fandangos de Lucena y el Zángano de Puente Genil, con un gusto exquisito. Después cantó El Polo natural y el de Tobalo con maestría y buen hacer. Y finalizó la primera parte con Tientos y Tangos, haciendo vibrar a un público que le despidió en pie, con un efusivo y largo aplauso.
La segunda parte comenzó también como los grandes por Soleá, acordándose de Utrera y Triana. Luego cantó Malagueña de la Trini, que remató con la Rondeña Grande, el Jabegote y Verdial, levantando al público de sus asientos. Después cantó por Alegrías, haciendo un recordatorio en sus letras, de grandes artistas gaditanos como Camarón, la Perla de Cádiz, Aurelio Sellé, Manuel Torre o Macandé, emulando en alguna letra al genial Chano Lobato (Tío Chano). Siguió cantando por Tangos derrochando arte y compás, dedicando sus letras a las ocho provincias de nuestra Andalucía y haciendo los de Badajoz, y también transportáos por Fandangos, luego hizo uno de Bambino y terminó éstos preciosos Tangos con los de su paisano el gran Jiménez Rejano. Luego hizo una exquisita tanda de Fandangos Naturales, Personales y de Huelva, acordándose de Manuel Torre y el Carbonerillo en los naturales y en las letras de los de Huelva, recordó a Toronjo Paco Isidro, Rengel, Pepe el de la Nora, Rebollo y María la Conejilla. Y finalizó el recital por Bulerías, con una excelente tanda de letras, en las que se acordó del gran Manuel Vallejo, e incluyó el sensible Romance de la Reina “María de las Mercedes”.
En cuanto al tocaor, su sobrino Jesús Zarrías Estrada, estuvo inconmesurable, con una perfección, poderío, sensibilidad, elegancia y pellizco en el toque, que dejó a la afición entusiasmada, además de ser por descontado el alma de ese grupo de artistas que nos hicieron vibrar en todo momento de emoción. Y es que Jesús es otro de tantos jóvenes, pero grandes guitarristas cordobeses del orbe flamenco actual, que con su toque personalísimo embruja al público, lo emociona y embelesa.
Por lo que respecta a los dos palmeros, estuvieron geniales llevando el compás de forma exquisita y proporcionando a la actuación del cantaor y guitarrista un aliciente añadido extraordinario, enriqueciendo sobremanera el espectáculo.
Evidentemente, al finalizar la actuación de éstos cuatro magníficos artistas, el público asistente, le tributamos un apasionado, largo y cariñoso aplauso con el público en pie.
Comentarios y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña, con la colaboración especial del socio D. Bartolomé Dorado.














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