El
pasado viernes día 8 de marzo, tuvimos la ocasión de disfrutar de otro magnífico
recital que tuvo lugar en nuestra Catedral del Flamenco, a cargo del colosal
Miguel de Tena, magistralmente acompañado a la guitarra por Patrocinio hijo; a quienes presentó con sabiduría, sobriedad y
concreción; nuestro socio D. Pedro Ballesteros, que previamente, tuvo unas
palabras para las mujeres, con ocasión del día internacional de la mujer,
uniéndose a sus reivindicaciones.
Estos
dos excelentes artistas, hicieron gala de su poderío en el escenario, cada uno
en su faceta de cantaor y tocaor, demostrando que forman una pareja de tronío
difícil de igualar.
Miguel
comenzó cantando Peteneras, que ejecutó con la perfección que le permite esa
impresionante voz y cualidades que tiene para llegar desde la nota más baja a
la más alta sin inmutarse y sin que le suponga ningún esfuerzo. Después siguió
templándose para cantar por Soleá, como los grandes, haciendo un exquisito
recorrido por varias de las variantes de éste palo. Luego hizo Tientos y Tangos
con un corte precioso, haciendo un recorrido por Graná y Triana entre otros y
rematando con los del maestro Enrique Morente. Y terminó la primera parte con
una tanda de Fandangos Naturales al estilo de El Rubio, entre otros.
La
segunda parte comenzó como es habitual con un excelente sólo de guitarra por
Alegrías, de Patrocinio hijo, que gustó mucho al público y fue muy aplaudido.
Miguel
comenzó ésta segunda parte cantando Cartagenera y Taranta, poniendo el corazón
y el alma, igual que en todos sus cantes. Luego hizo Alegrías de Cádiz,
acordándose de la Perla y luego se templó para cantar por Seguiriyas echando el
corazón por la boca y poniendo todo su arte y buen hacer. Después nos deleitó
con una preciosa Milonga que dedicó a todas las mujeres, con letras dedicadas a
las madres. Y finalizó su actuación con otra exquisita tanda de Fandangos
Naturales a “capela”, del Pichichi, de Cepero y del Carbonerillo, que pusieron
al público en pie.
Y
tal señor tal honor. Porque un cantaor de la categoría de Miguel, sólo podía
venir con un guitarrista que también se deja el corazón y el alma en el
escenario, poniéndole todo el sentimiento posible y dándole una cobertura
musical excelente al cantaor; prodigándose como uno de los mejores guitarristas
de acompañamiento del momento, que no le duele en prendas, sacrificarse para
que el cantaor triunfe y sin quitarle protagonismo, como se debe hacer.
Evidentemente,
al finalizar la actuación éstos dos genios del arte Flamenco, cosecharon una
interminable ovación con el público puesto en pie.
Comentarios y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.
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