El
pasado viernes día 22 de febrero, por motivos personales y familiares, no pude
asistir al magnífico recital que tuvo lugar en nuestra Catedral del Flamenco. Por
eso me he tenido que valer de varios socios y amigos para que me informasen de
cómo aconteció, y me han contado que se dieron cita los duendes que se esconden
entre las vigas y los rincones del salón de actos, iluminando a los tres
jóvenes y grandes artistas que son Rafael de Añora, Francisco Gómez y Rafael
Trenas (hijo), y obsequiaron a los
socios y socias y aficionados asistentes con un gran recital.
Le
tocó presentar a éstos tres fenómenos a Justi Díaz, que lo hizo con la soltura,
el desparpajo, el gracejo y simpatía que sólo ella sabe hacerlo, cuajando una
gran presentación.
Comenzó
el recital Francisco Gómez, que es un cantaor con una voz limpia y poderosa,
que le permite modular a la perfección y que canta con un gusto exquisito que
emociona a quien le escuche; que además del mérito propio del cantaor por sus
cualidades humanas y físicas, le debe mucho el logro de saber cantar como lo
hace, al maestro Rafael Trenas, que lo está llevando desde que era un niño de
unos 15 años y que está dando un fruto extraordinario y que tiene una enorme
proyección artística, a pesar de no tener mucho tiempo para ensayar debido a
los estudio que está cursando.
Francisco
comenzó cantando por Malagueñas, haciendo los estilos de la Peñaranda y el Mellizo. Después se templó por Soleá de
Triana que ejecutó como los grandes. Después hizo Alegrías de Córdoba con mucho
gusto y estilo personal. Y cerró su actuación con una preciosa tanda de
Fandangos naturales, entre los que incluyó uno del “Niño León” con un corte
exquisito, que gustó mucho a la afición.
Abrió
la segunda parte Rafael Trenas hijo, con un solo de guitarra por Fandangos de
Huelva, demostrando su buen gusto y sabiduría, además la enorme proyección
artística que tiene éste joven guitarrista cordobés, que estuvo acompañado a
las palmas haciéndole el compás por Juan María González (Niño de Pozoblanco);
siendo ésta actuación muy aplaudida.
Y
es que, como se suele decir, de casta le viene al galgo, no en vano es hijo de
uno de los mejores guitarristas del orbe flamenco como es Rafael Trenas, que
además es uno de los mejores profesores de cante y guitarra que existen y que
su humildad, generosidad y buen hacer, está consiguiendo grandes logros. Y
prueba de ello, es el nivel que están cogiendo algunos de sus alumnos que ya
son cantaores profesionales, como Antonio de Pozoblanco, Antonio Jiménez o Rafael
de Añora, junto con algunos alumnos de guitarra que, aunque por diferentes
motivos ya no están en nuestra escuela, han alcanzado un gran nivel artístico
de la mano de Rafael Trenas. Que la única pega que se le puede poner, es que su
hijo, siguiendo su estela y magisterio, ya toca casi mejor que él, lo cual debe
suponer un gran orgullo para él como padre de un genial artista.
Luego
le tocó el turno a nuestro socio Rafael de Añora, que es un cantaor con una voz
laína, muy limpia y que posee buen potencial en su voz, que hasta hace no mucho
tiempo, no le ha sacado suficiente partido, hasta que se ha dejado llevar por la
mano de Rafael Trenas, que le está enseñando como se debe decir el cante, sin
necesidad de forzar la garganta, modulando como hay que hacerlo, con elegancia,
sentimiento y pellizco; lo que le ha supuesto el reconocimiento como cantaor
profesional y el poder grabar un disco propio.
Rafael
comenzó cantando La Caña, que hizo como los grandes. Luego hizo una serie de tres
Cantes Abandoláos, ejecutando con maestría el Jabegote, Fandango de Pérez de
Guzmán y Rondeña. Siguió con cantes de ritmo, haciendo los Tangos de la
Estrella del malogrado maestro Enrique Morente, con letras que Rafael ha sabido
cambiar haciéndolas suyas. Después hizo la Mariana y luego cantó Milonga, con letras dedicadas a nuestra Virgen de Luna,
cuyo autor es el socio de nuestra Peña D. Emilio Fernández; con la solvencia de
un cantaor consolidado. Y cerró su actuación con una estupenda tanda de varios
estilos de Fandangos de Huelva, entre ellos uno de la Juana María, con alguna
letra dedicada también a nuestra Virgen de Luna.
Comentarios:
Resumen del socio D. Bartolomé Dorado, con ampliación de Juan Antonio, secretario de
la Peña.
Fotografías:
socia y socios Dª. Fuensanta Agudo, D. Juan Fernández, D. Juan Bermudo y D. Bartolomé
Dorado.
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