El
pasado viernes día 16 de octubre actual, aparecieron una vez más los Duendes
que se esconden entre las vigas de nuestra Catedral del Flamenco y pudimos
disfrutar de un excelente recital, a cargo del cantaor de Hinojosa del Duque y
alumno de nuestra Escuela Antonio Jiménez, que estuvo exquisitamente acompañado
por el profesor el profesor y extraordinario guitarrista Rafael Trenas.
Le
tocó presentar en ésta ocasión a otro alumno de guitarra de nuestra Escuela:
Rafael Muñoz de Villanueva de Córdoba, que hizo una estupenda presentación de
ambos artistas, demostrando una soltura y facilidad de palabra excelentes, ya
que no en vano, Rafael es profesor.
Antonio es un hombre corpulento y bonachón,
excelente persona y amigo de sus amigos. Entrañable simpático y amable, con una
calidad humana excepcional. Y todas éstas virtudes las demuestra cuando sube al
cualquier escenario y se pone a cantar. Además está dotado de unas cualidades
excepcionales para el cante, con una voz laína y unos meligmas preciosos, que
dejan extasiado a quile escuche. Y por si fuese poco, posee una caja de música
en su garganta, que le permite modular a la perfección y un poderío en su voz
que le permite tanto subir a las cotas más altas, como bajar hasta donde haga
falta para decir el cante como los hacen los grandes de éste difícil arte que
es el Flamenco.
Antonio
puso todo el corazón y buena voluntad para agradar al público asistente, aunque
en verdad, con las extraordinarias cualidades que tiene, no necesita mucho para
gustar y dejar satisfechos tanto a los más ortodoxos y buenos aficionados como
a los que no entiendan de Flamenco.
Comenzó
Antonio cantando la Caña con entrada por Soleá, luego nos hizo unos preciosos
Tangos extremeños, muy bien acompañado a las palmas por Juan María Gonzáles (El
Niño de Pozoblanco); otro alumno de nuestra Escuela, y siguió con Granaína y
Media, un cante que ejecuta a la perfección y que le gusta mucho. Y finalizó la
primera parte con una Milonga, que nos emocionó a todos los presentes.
Comenzó
la segunda parte por Soleá de Triana y luego hizo Guajiras, otro cante que le da
un toque especial y personal. Luego se templó y cantó por Seguiriyas como los
grandes.
Y
finalizó por Fandangos Naturales y su buque insignia, que son los Fandangos
transportaos por Bulerías del maestro Manuel Vallejo, al que emula a la
perfección y que hasta el propio Vallejo tendría celos si lo oyese cantar como
lo hace.
Por
lo que respecta al maestro Rafael Trenas, estuvo cumbre acompañando al cantaor,
dándole la cobertura musical perfecta, llevándolo en volandas y ofreciéndonos
al propio tiempo un verdadero concierto de guitarra flamenca, demostrando que
es uno de los mejores guitarristas de acompañamiento al cante del momento y un
gran concertista de guitarra, como demostró en el sólo por Levante con el que
nos deleitó.
Al
finalizar su actuación, les despedimos con un merecido, cariñoso, largo e
interminable aplauso, con el público puesto en pie, como es natural.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.
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