El
pasado viernes día 02 de noviembre actual, tuvo lugar en nuestra sede, el
primer recital del 25º Ciclo de los Viernes Flamencos de Pozoblanco, a cargo de
nuestro titular Agustín Fernández, magistralmente acompañado por las guitarras
de Antonio y Francisco Prieto y por tres artistas más, que forman un estupendo elenco y estuvieron
en todo momento acompañando y llevando en volandas a Agustín y demostrándole su
cariño.
Presentó
a éstos dos excelentes artistas y a sus acompañantes, nuestro socio Tarsicio
Díaz Morales, que estuvo inconmensurable, haciendo una presentación excelente,
con la sabiduría y experiencia que posee en éstas lides y aportando datos muy
interesantes tanto de Agustín y Antonio, como de los otros miembros de la
familia que les acompañaron, hasta el punto de llegar a emocionarse en algún
momento.
Agustín
ejecutó todos sus cantes con la flamencura y ortodoxia que le caracterizan, ya
que actualmente es una de las pocas “enciclopedias vivientes” del Flamenco que
por suerte aún nos quedan y además, un purista nato, que a pesar de sus 79
años, todavía tiene un poderío en su voz poco común para una persona de su edad
y le imprime un pellizco flamenco al cante como sólo saben hacerlo los más
grandes. Por añadidura, Agustín artísticamente es un hombre cabal y honrado,
que da siempre todo lo que tiene, dotado de una sabiduría extraordinaria, que
le permite conocer todo el abanico de palos y cantes, así como todas sus
variantes.
Comenzó
su actuación con uno de los palos que más le gustan, que son los Fandangos de
Lucena, acordándose entre otros grandes artistas de Cayetano Muriel “Niño de
Cabra”. Luego hizo Soleá, con un recorrido muy extenso por sus variantes. Y
cerró la primera parte con unas Malagueñas inéditas y remate de cantes
Abandoláos.
La
segunda parte comenzó con cantes de Levante, entre los que incluyó Tarantas,
Mineras y Cartageneras. Luego nos deleitó con una exquisita tanda de Fandangos
de Huelva, ejecutando varios estilos que conoce a la perfección. Continuó por
Alegrías de Cádiz, Mirabrás y Romeras,
entre otras variantes. Después hizo la Mariana, con un gusto exquisito, si bien
al final le costó llegar un poco, debido a que le habían puesto el tono de las
guitarras un poco alto. Y como buen cantaor ortodoxo que es, finalizó el
recital con unas Seguiriyas acordándose del gran Silverio Franconetti, con remate
de Cabal; para quitarse el sombrero.
Por
su parte los guitarristas Antonio y Francisco Prieto (padre e hijo, El Curri y
el Currito), que aunque “por algún error de origen desconocido”, en los
carteles estaba anunciado sólo uno, estuvieron acompañando magistralmente a
Agustín . Y más que el acompañamiento al cantaor, lo que pudimos presenciar el
viernes en nuestra catedral del Flamenco, fue un auténtico Festival de
guitarra, que unido a la gran actuación del maestro y del grupo de magníficos
artistas que les acompañaron, compuesto por Mariano Romero al cante y palmas,
Verónica Reverte al baile y Javier Prieto “El chicho” al cajón y palmas;
resultó un ser espectáculo excepcional. Al comenzar la primera parte, hicieron
una Zambra titulada “Capricho a Córdoba” y luego unos preciosos Tangos y
cerraron por Fandangos, en una demostración de que tanto el padre como el hijo,
son dos de las mejores guitarras del orbe flamenco.
Al
finalizar la actuación de Agustín Fernández, éste elenco de artistas cerró la
gala con un espectacular Fin de Fiesta por Bulerías, con el baile de Verónica
Reverte.
Y
como no podía ser de otra manera, despedimos a éste ramillete de artistas con
un fuerte y cariñoso aplauso con el público puesto en pie.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.
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