domingo, 12 de abril de 2015

RECITAL DE GUILLERMO CANO Y PACO CRUZADO

Apoteósico cierre del XXI Ciclo de los Viernes Flamencos de Pozoblanco.
Ese es el título que merece este recital que nos ofrecieron estos dos jóvenes artistas, a los que presentó nuestra querida Rosa Mari, con el desparpajo, la sabiduría y la experiencia que atesora como presentadora en nuestra Peña flamenca; efectuando una estupenda presentación, que se inició guardando un respetuoso minuto de silencio, por el reciente fallecimiento del poeta y socio de esta institución D. Juan Escribano Dueñas y de Rufo de Santiponce.
Guillermo ejecutó sus cantes con su estilo personal, demostrando además el poderío que posee en la voz, su peculiar forma de modular y de interpretar el cante.
Se le vio también que es un cantaor que estudia a los maestros de viejos y que se preocupa por recuperar cantes ya casi en desuso, como una especie de Polo Argentino, o Danzón Cubano (ahora no recuerdo bien), transportado por Bulerías de las Castañas, que cantara el gran Canalejas de Puerto Real.
Desde el primer momento, tanto Guillermo como Paco mostraron su excelente predisposición de agradar a quines tuvimos la suerte de asistir a este último recital del XXII ciclo de los viernes flamencos de Pozoblanco, siendo generosos en su actuación, ya que si bien no hicieron un numero exagerado de palos, si se prodigaron con un amplísimo repertorio de letras, que dejaron más que satisfecho al público.
Además cantaron y tocaron palos para todos los gustos, con cantes por Soleá, Malagueñas o Segurillas. Y para los menos ortodoxos o entendidos tuvieron también repertorio de cantes alegres como Alegrías, Tangos y un interminable abanico de Fandangos de Huelva, que Guillermo definió como “ristra de Fandangos”.
Por lo que respecta a Paco, estuvo en todo momento pendiente de darle la cobertura idónea a Guillermo, sin entrar en lucimientos personales, a pesar de ser también un guitarrista de concierto que ha grabado su propio disco y del que nos obsequió con un popurrí de todos los palos contenidos en el mismo.
Y volviendo a Guillermo, demostró su generosidad, su sencillez y humildad rematando el recital “a capela”, bajándose del escenario y cantando mezclándose entre el público que abarrotaba nuestra “Catedral del Flamenco”, en todos y cada uno de sus rincones, incluso sentado en una de las sillas, haciéndonos vibrar de emoción  a todos/as los/as presentes, con esa interminable  “ristra de Fandangos de Huelva”, que mencionaba antes y que cantó por una gran variedad de estilos, haciendo gala de que no en vano, es nacido en esa bendita tierra cuna del Fandango, que es la provincia de Huelva.

Comentarios y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.









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