De nuevo me tocó presentar en esta ocasión a los tres grandes artistas que actuaron la pasada noche en nuestra Peña flamenca.
Comenzó esta noche de arte con la actuación de Manuel de Paqui, que estuvo a un gran nivel, ejecutando los cantes con poderío y la voz limpia que le caracteriza. Este artista, que a pesar de llevar muy poco tiempo pisando los escenarios, lo hizo en esta ocasión con gran maestría, ejecutando sus cantes a un nivel muy profesional luciendo en la interpretación de una tanda de fandangos transportados por Bulerías al estilo de Vallejo; causando un buen impresión entre el público asistente, ganándose la simpatía y cariño de todos con su trato afable y distendido.
Por lo que respecta a Pili Acaiñas, estuvo cumbre. Y aunque en los dos o tres primeros cantes daba la impresión de que estaba algo nerviosa, conforme fue avanzando su actuación, se asentó en el escenario templándose de tal manera, que hizo las delicias de quienes tuvimos la suerte de asistir ayer a una noche flamenca muy entrañable, ya que los tres artistas son de la casa y se les tiene un gran cariño.
La ejecución de los cantes que hizo Pili se puede definir como soberbia, sobre todo por Bulerías, Fandangos y su ya consolidada "Nana" que le pedimos que hiciera y que a pesar de no llevarla preparada, puso al público en pié.
Y soberbia fue sin duda igualmente la actuación de Rafael Trenas, que como es habitual en él, acarició la guitarra con tanta delicadeza que una vez más le hizo gemir de dolor, llorar de alegría y causó tantas sensaciones entre los presentes, que paraba de arrancarnos olés y aplausos continuamente. Además tuvo el detalle de hacer un sólo de guitarra por Tarantas, (como es tradicional en esta Peña, siempre que el guitarrista esté por la labor), que nos dejó sin aliento y creo que a más de uno se nos saltaron las lágrimas de la emoción.
En definitiva, fue una noche mágica, donde el arte fluyó a raudales.
Comentarios y fotografía: Juan Antonio, Secretario de la Peña.
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