domingo, 5 de septiembre de 2021

RECITAL DE ANTONIO REYES Y NONO REYES. Y GRANDIOSO CIERRE DEL 27º CICLO DE LOS VIERNES FLAMENCOS DE POZOBLANCO.

 














El pasado viernes día 3 de septiembre, pusimos el colofón a un extraordinario 27 Ciclo de los Viernes Flamencos de Pozoblanco, finalizando dicho ciclo, un magnífico elenco de artistas, compuesto por el excelente cantaor Antonio Reyes, su hijo Nono y dos grandes palmeros; a los que presentó nuestra cantaora y vocal de la Peña Pili Acaiñas.

Pili, además de hacer una excelente presentación de los artistas, de los que aportó datos muy significativos e interesantes, comentó que se cierra un ciclo y se abre otro. Se cierra una etapa y se abre otra, con la convocatoria de elecciones para Presidente/a de nuestra Peña flamenca. Y pronunció palabras de agradecimiento a la Delegación de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Pozoblanco, Vicente Galbis y sus técnicos de sonidos, a nuestro socio de honor D. Antonio Arévalo y a COPE Pozoblanco; a nuestro Presidente Félix Gutiérrez y demás compañeros de la Junta Directiva, por el trabajo realizado durante éste vigésimo séptimo ciclo de los viernes flamencos y a todas las personas que han formado parte de las Juntas Directivas de nuestra Peña flamenca, por su labor al frente de la misma.

 Si tuviera que resumir la actuación de Antonio Reyes, sería “pura esencia”. Porque eso es lo que derrochó sobre el escenario del Coso de los Llanos, además de un derroche de simpatía, compás, jondura, sensibilidad, gusto exquisito, gitanería y flamencura en todos sus cantes.

Comenzó como los grandes por Soleá Apolá del Charamusco, en honor al genial Antonio Mairena. Luego siguió por Tangos, acordándose en una letra del inigualable Camarón de la Isla y otra que hizo por Fandangos transportáos por Tangos. Siguió con el compás por Alegrías de Cádiz y Córdoba. Y cerró el compás por Bulerías con un regusto y pellizco para quitarse el sombrero. Luego cambió a lo “jondo” y cantó por Seguriyas “pa” romperse la camisa”, con la más pura ortodoxia. Y cerró el ciclo por Fandangos Naturales, sacando la más pura esencia gitana del Flamenco.

Por su parte, Nono Reyes acompañó a su padre con el más exquisito gusto y sensibilidad, como la que tiene su padre para mecer el cante, pero trasladada al toque. Es admirable y gratificante, escuchar y ver con que limpieza y perfección toca un guitarrista tan joven, que sin duda, está llamado a ser uno de los grandes de la guitarra de éste siglo.

En cuanto a los palmeros, de los que no sé el nombre, pero que son de sobra conocidos en el ambiente flamenco, marcaron el compás a la perfección, dándole un brillo especial al grandioso recital que nos ofrecieron éstos cuatro extraordinarios artistas; a los que despedimos en pie, con un cariñoso y largo aplauso.

Comentarios y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.

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