Anteayer
viernes día 11, quienes nos dimos cita en nuestra Catedral del Flamenco,
pudimos disfrutar de un estupendo Recital de arte Flamenco, a cargo de los dos
geniales artistas que son el cantaor Esteban Guerrero (Caracolillo de Cádiz) y
el guitarrista Miguel Salado, a quienes hizo una excelente presentación nuestro
socio D. Joaquín Dominguez, que además hizo un recordatorio de las actividades
más importantes que ha realizado ésta Peña flamenca a lo largo de sus 43 años
de historia, como los famosos festivales de verano, los concursos, etc; en
merecido homenaje a los viernes flamencos de Pozoblanco, con ocasión del 25º
aniversario de los mismos.
Caracolillo
Miguel pusieron toda la carne en el asador cantando y tocando con el corazón, a
pesar de ambos venían convalecientes de haber sufrido un fuerte resfriado y la
gripe y desde el primer momento se ganaron la simpatía los socios y socias y de
los buenos aficionados y aficionadas que tuvimos la suerte de presenciar su
actuación.
Caracolillo
cantó con poderío y ortodoxia, pellizcando el cante con mucho gusto y mucha
flamencura; además de un derroche de simpatía y pisando firme el escenario.
Comenzó
por Soleá de Alcalá, del Juaniquí y Fernanda de Utrera cantando como los
grandes. Después hizo Alegrías de Cádiz con un sabor marinero exquisito y
finalizó la primera parte por Tientos y Tangos, cantando algunas letras con dialectos
arábicos, demostrando que el arte, sobre todo si está bien hecho, no tiene
fronteras.
La
segunda parte comenzó cantando con mucha garra haciendo un Taranto y la Taranta
del loco de Linares, que popularizó Fosforito.
A continuación hizo Seguiriyas de Jerez desgarrándose y poniendo el
corazón y el alma, con una fuerza estraordinaria, a pesar de estar todavía
afectado por un fuerte resfriado. Luego hizo una larga y preciosa tanda de
cantes por Bulerías, haciendo una alusión improvisada a Pozoblanco y a la
cantaora La Perla de Cádiz, para después irse para Utrera acordándose del
Turronero y terminar en Cádiz homenajeando a Pansequito y Juanito Villar. Y
finalizó su actuación con una extraordinaria tanda de Fandangos Naturales,
cantando algunas letras “a Capela”, dedicadas principalmente a las madres, que
emocionaron al público.
Por
su parte Miguel Salado, que debido a que todavía se encontraba prácticamente
convaleciente de una fuerte gripe estaba un poco bajo de ánimo y aunque es un
excelente guitarrista de concierto, declinó la petición que le hicimos, para
que nos deleitara con un solo de guitarra. No obstante, no hizo falta, porque
durante el acompañamiento a Caracolillo, nos obsequió y emocionó con un
verdadero concierto, sin quitarle protagonismo al cantaor y dedicándose a
cumplir con su cometido de acompañamiento, con un toque por derecho y ortodoxo,
que sonaba a añejo y levantando pasiones, hasta el punto de ser aplaudido por
el público de forma espontánea en varias ocasiones.
Al
finalizar la actuación de éstos dos grandes artistas, les despedimos un fuerte
y cariñoso aplauso con el público en pie.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña, con la colaboración especial
de nuestro socio D. Bartolomé Dorado.
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