El
pasado viernes día 21, con nuestra Catedral del Flamenco a rebosar de público, a
pesar de las circunstancias especiales que se dieron, ya que los artistas al
parecer se quedaron atrapados en un atasco, debido a un accidente de
circulación en la carretera a la salida de Sevilla, que les hizo llegar tarde y
comenzar su actuación una hora más tarde de la que estaba prevista; pudimos disfrutar,
de una colosal noche de Villancicos
Flamencos, al más puro estilo de Jerez, con la Zambomba Flamenca denominada
de Sevilla a Jerez, ya que sus integrantes residen en ambas ciudades.
Le
tocó en esta ocasión presentarlos a nuestra cantaora local y socia de nuestra
Peña Pili Acaiñas, que por culpa del
retraso no pudo extenderse y tuvo que hacer una presentación muy escueta, tanto
de los artistas como de lo que es el concepto de los villancicos flamencos; no
obstante fue una estupenda presentación.
Por
lo que respecta a la Zambomba Flamenca, es increíble, como unas voces y
personalidades tan distintas, se pueden conjugar tan bien, para ejecutar el
arte y compás que derrochan este grupo de cuatro personas, que si uno cierra
los ojos y se limita sólo a escucharles, parece como si las voces se
multiplicasen y suenan como un coro de 20 personas.
Al
toque vino con su guitarra Pedro Espinosa, que con su toque dulce, suave y sin
pegar guitarrazos innecesarios, le dio la cobertura musical perfecta al cantaor
y cantaoras del grupo y consiguió que sus voces luciesen con el máximo esplendor.
La
joven cantaora Amparo Lagares, con su voz melodiosa y dulce como la miel, es
una especialista en mezclar el arte flamenco con el blues y hacer unos giros
espectaculares.
La
cantaora veterana Ana Mari González, es la simpatía personificada, todo puro
nervio, raza y con su temperamento, es capaz de alegrar hasta un entierro y le
hace vibrar al público haciéndole participar en el espectáculo.
Por
su parte, el joven cantaor Manuel Soto, con sólo su apellido ya lo dice todo.
Familia de los sordera de Jerez, posee una voz rasgada y poderosa, que penetra
en el Alma de quien le esté escuchando y le mete un pellizco al cante como sólo
pueden hacerlo quienes nacen con ese duende especial que tienen unos cuantos privilegiados
del arte flamenco.
En
cuanto comenzó la actuación de este extraordinario elenco de artistas, con buen
hacer, su simpatía y alegría, contagiaron al público y se metieron en el
bolsillo, haciéndonos participar con ellos y disfrutar hasta la exageración.
Fueron
generosos en su repertorio obsequiándonos con diez preciosos Villancicos, que
comenzaron con uno cantado a coro por Bulerías con todos los componentes del
grupo. Luego nos hicieron el de “Ya se van los quintos madre” también a coro. Y
Después Amparo nos cantó uno sola, mezclando el Flamenco con el Blues, con una
dulzura impresionante. Le siguió Manuel por Tangos, con Villancico “Caminito de
Belén”, que se lo dedicó al gran guitarrista Parrilla de Jerez. Y luego la veterana
animadora del grupo Ana Mari, puso la Peña boca abajo, con “ay amor” cantando y
bailando a ritmo de Tango-Rumba. Luego cantaron a coro “calle de San Francisco”.
Y de nuevo Amparo nos deleitó por Tangos con “El Niño va a nacer” con su
peculiar dulzura y fusión de flamenco y blues. Después Manuel, con un
sentimiento y pellizco exquisitos, hizo el Villancico “Cantando a la Navidad”,
que le dedicó al cantaor Fernando Terremoto de Jerez. De nuevo Ana Mari, sacó
sus mejores dotes de artista para cantarnos por Tangos el villancico “En la Navidad”.
Y se despidieron con un popurrí de Villancicos populares por Bulerías, poniendo
al público en pie y despidiéndoles con una interminable ovación; además de
mostrarles nuestro agradecimiento y cariño cuando finalizó su actuación.
Comentarios
y fotografías: Juan Antonio, secretario de la Peña.
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