El
pasado viernes día 11, tuvo lugar una magnífica Conferencia, impartida por el
prestigioso periodista y crítico de flamenco Manuel Curao, que me agradeció la cariñosa y buena
presentación que le hice.
Dicha
conferencia versó sobre el genial cantaor Camarón de la Isla y concretamente
sobre el cuarenta aniversario de la edición del disco “La Leyenda del Tiempo”.
Manuel
en su ponencia, explicó con todo lujo de detalles la vida y trayectoria
artística del malogrado y excepcional artista José Monje Cruz “Camarón de la
Isla”, haciendo gala del excelente conferenciante y entendido del arte Flamenco
que es y de la sabiduría que atesora.
Además
la conferencia fue ilustrada con
diversas grabaciones y fotografías que la hizo mucho más amena e instructiva.
Por
los que respecta al cantaor Bartolomé López “El Arenales”, estuvo cumbre,
haciendo 11 cantes sin descansar y aunque al principio se le notaba algo
nervioso por la responsabilidad que conlleva actuar ante un público tan
selecto, se templando enseguida y nos hizo vibrar con su personal forma de
cantar, embelesando y emocionando a quienes tuvimos la suerte de escucharle.
Comenzó
cantando Tangos del campesino y después hizo Malagueñas y Tientos rematados por
Tangos. A continuación hizo Granainas y luego Peteneras Milonga, Mineras
Zambra, Seguriyas, Fandangos Naturales y de Huelva y finalizó su actuación con
un Pasodoble que ni el mismo Manolo Escobar lo hubiese cantado mejor.
Bartolomé
hizo todos sus cantes para quitarse el sombrero como es normal en él, pero en
el cante por Seguriyas, se rompió
y canto como decimos en el argot flamenco, (para romperse la camisa).
En
cuanto al maestro Rafael Trenas, estuvo inconmensurable acariciando las cuerdas
de su guitarra con la sensibilidad y maestría que le caracteriza, arropando
siempre al cantaor, como debe hacer todo guitarrista de acompañamiento que se
precie, y lejos del lucimiento personal o protagonismo, le dio a Bartolomé la
cobertura musical adecuada en todo momento. Lo que no impidió que al mismo
tiempo nos deleitara con su arte y sabiduría emocionando al público asistente y
siendo interrumpido en varias ocasiones con aplausos por su exquisito toque,
especialmente en el acompañamiento por Milongas, Granainas, Mineras y
Seguiriyas.
Al final de su actuación, tanto el ponente como el cantaor y
guitarrista, les obsequiamos con un cariñoso e interminable aplauso con el
público en pie.
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